Estando la navidad del 2013 a la vuelta de la esquina, el anunciado REEP XIV se llevó a cabo el 21 de Diciembre con el usual cartel que usan Tragokorto, Reseka, Serial Asesino, Inyectores y los ya conocidos a los que se sumaron algunas bandas de poca incursión en este tipo de festivales, Cecimonster Vs Donka, Autopsia y más, la apertura no tenía hora definida, por la poca información que busque del evento, pero tomando en cuenta su edición antecesora se esperaba puntualidad y buena vibra cosas que se llegaron a dar.
Los Olivos (Lima) esperaban retumbar con el pogo que se armaría, pero esto no tuvo lugar pues la poca concurrencia de público no ayuda a mover el concreto. Las bandas desfilaban, entre las cuales no se hacía notar la cancelación de una agrupación pero si la incursión de unos dementes que estuvieron para suplir el vacío. Tras el correr de las horas y aunque el público estuvo a la altura, comportándose como deberían, afloraron las típicas faltas, botellas al pogo, a las bandas y a cualquier lugar, jóvenes frenéticos con el dorso desnudo invadiendo el escenario, alocados personajes intentando hacer dúo con los personajes, y como siempre la demora de una agrupación de eléctricos y la posterior declaración de improperios del vocalista para terminar quebrando una botella en el escenario porque apagaron el sonido, pues ya era hora de la siguiente banda.
A todo eso y afortunadamente nadie del público se dio cuenta de la falta de seguridad, o si se dieron cuenta no actuaron como vándalos, pues el rumbo que las tocadas estaban tomando, tiempo atrás, hacían pensar que los eventos de esta índole se transformaban en tonos achorados con acuchillados y peleas originados por pequeños roces, cosa que el pogo propiciaba. Los hombres de seguridad tan solo se podrían reducir a cinco o cuatro, un par en la entrada y otro número igual dando vueltas por el escenario de cuando en cuando, pero como dije y recalcare el público estuvo portándose a la altura, con una actitud cordial y de mutuo respeto, salvo algunos hechos un conato de pelea, un herido que presentaba una rotura de cabeza al caer de la barrera que dividía el espacio del escenario y la gente, por ahí algunos jóvenes que con mirada al piso deambulaban buscando sus pertenencias y unos otros que desesperadamente decían “Fue así al toque lo tenía aquí (tocándose el bolsillo) y ya no está, no sentí nada” al referirse que le sacaron el celular del bolsillo.
Fue así una edición más del REEP, donde nuevamente Blessing Lies estuvo abriendo en horario madrugador para mi desocupación y por el ello no llegue a verlos, pero que me ofreció el platillo de fondo a los Inyectores una banda siempre apreciada por mis oídos.
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