Si es aburrido leer imagínate lo aburrido que es escribir. Así que al menos termina de leer este aburrido texto.
Quilca: La Fe de los Libros
L
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as estadísticas mencionan que un individuo peruano
no lee ni un libro al año y que más del 65%
de personas reconocen que nunca leen (datos
elaborados por Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el
Caribe “CERLALC” en el 2012). Cifra que se traduce en un mínimo interés hacia los textos, a ese mundo de
letras, puntos y comas. Y supongo que existen mil y un razones para ello,entre
las cuales podemos indicar a; el poco ejercicio de lectura en los centros
educativos estatales y a veces privados, al desentendimiento del entorno
familiar por temas de esta índole, la carencia de espacios acondicionados para
esta actividad, el difícil acceso de la persona de a pie a las bibliotecas o en
algunos casos al elevado costo monetario para la adquisición de los textos.La
sabiduría no tiene precio dirán, pero esta afirmación pierde valor cuando por
encima de ellos se sitúan otras necesidades. Pero a pesar de ello en nuestra
gran selva de concreto de más de ocho millones y medio de habitantes donde
convergen un sinfín de razas y costumbres se alzan unos cuantos mercados,
integrados por personas admirables que luchan contra la corriente, especializados
en la comercialización de textos, de estreno y usados, de todo tipo a un precio
muy pero muy razonable.
Una de esas ferias es la que se establece en el
Jirón Quilca a pocas cuadras de la plaza San Martin, nombre designado en honor
al libertador Argentino que ayudo a poner fin al periodo colonial de nuestro país,
la denominada “Asociación Boulevard de la Cultura Quilca”, entre polos
negros, largas melenas, parches, rock and roll, punk y hartos libros, elementos
que silenciosamente erguían su reino en el centro de nuestra caótica ciudad,se
ganaron a pulso un reconocimiento en nuestra cultura o contracultura –como se quiera denominar-
constituyéndose como el punto de encuentro para amantes de los libros y la
cultura underground (subterránea) que
simplemente la denominan Quilca, asistentes nacionales como foráneos transitan
diariamente ojeando portadas usadas, rebuscando algún título difícil de
encontrar, esa dinámica diaria hoy corre peligro y la razón se descubrirán a
continuación.
Quilca como simplemente la llaman, lugar el cual
tuve la oportunidad de visitar innumerables veces desde mi época de colegial errante,
llevado por diferentes aficiones, entre las cuales reconoceré que la lectura no
gozaba de un lugar privilegiado, nuevamente este simpático y variopinto lugar
me abría sus portones de amplio cuerpo, que me recordaban a las cocheras y que
estaban cargados de afiches que anunciaban tardes de rock no comercial en algún
punto de nuestra capital, nuevamente me encontraba capturado por el arrollador
estilo de estas 6 cuadras en las cuales resaltan un afamado bar, el Queirolo, donde innumerables plumas o
la mente de algún ilustre personaje concebía la idea primigenia de alguna obra maestra
de la literatura o simplemente un artículo interesante, un Centro Cultural, El Averno, distinguido en el mundo
alternativo (Subterraneo) diferente
por donde se le mire y luchando siempre en complicidad con aquellas minorías
que no encajan o que discrepan con la gran mayoría debido a sus concepciones
diferentes en cuanto a política, economía y un sinfín de temas y la feria de
libros en sí, la razón de ser de estas líneas. Llegue al promediar las 12 del
mediodía acompañado como siempre por algunos compañeros.
–En grupo
uno se siente más cómodo y seguro a la hora de abordar e indagar al
entrevistado- Como siempre use las mismas
vías de acceso vale decir por la naciente avenida Tacna y el tramo final de la
avenida Garcilaso de la Vega (ex Wilson).
El calor del mediodía se hacía presente mientras
los pasos, como en anteriores ocasiones, me llevaban a visitar algunos puesto
que ya conocía con anterioridad pero que por lo prematuro del día aún
permanecían cerrados, - yo pensaba
recurrir en primera instancia a aquellos que ya conocía para obtener alguna
información resaltante, la cual ignoraba hasta ese momento-Esta
situación me llevo a abordar a los vendedores, con inseguridad debido al riesgo
de importunar sus labores, algunos de los cuales cordialmente expresaban que
estaban ocupados hasta que una señora tras repetir el discurso nos
mencionó que el señor del siguiente
puesto estaba desocupado y gustoso podía acceder a responder las preguntas que
tuviese, acompañado de mis compañeros,eche una ojeada al puesto percatándome
que el señor no se hallaba en el lugar, tras unos minutos de espera hizo su
aparición el señor José Quiñones encargado de atender el Stand 16 y que a continuación se convirtió en el entrevistado.
–Yo era tan solo uno de los que transitaba
por la feria que se inició a finales de los ochentas en la primera cuadra del JirónQuilca
en un extremo del cine Colon (hoy abandonado), observaba los ejemplares en el
piso y a los comerciantes ambulantes que por entonces usaban tan solo el
concreto y las bolsas de plástico para establecer su vitrina-
Señalo Quiñones
quien entre la entretenida tertulia también menciono una pequeña lista de
autores y obras, Carlos de La Torre
Paredes, Lenin Solano Ambia, Alberto Benza Gonzales, Andrey M. Quiñonez Sh.
con el fin de demostrar que solo en Quilca se podrían encontrar algunas obras
autogestionadas, muchas veces producidas con los fondos económicos de los
propios escritores, y difícilmente aceptadas por las grandes casas editoras,
escritos sobre temas controversialesque no encajan en las librerías
convencionales un punto que hace de esta feria un gran apoyo a los escritores
independientes y un mercado como pocos.
Justo antes de culminar su intervención el señor
Quiñonez dejo en el aire unas frases
que capturó mi atención debido a que lo expresado significa una amenaza a la
supervivencia de Quilca como Feria de Libros y es que la noticia del desalojo
los tiene en zozobra.
–La
notificación llego en Octubre y la más reciente es de Noviembre-
asevero.
En busca de corroborar esa bolada me dirigí a
otro pasaje en busca de la señora, que meses antes me ayudo en la búsqueda de
unos textos que necesitaba, supuse –ella quizá sepa más sobre el tema- y
recordando su amabilidad me imaginaba que accedería a conversar sobre eso.
Consultada sobre el tema, ya en el stand de su propiedad, la simpática señora narro
los inicios, que en resumen es la que recibí del señor José Quiñonez, como preludio para confirmar la noticia del desalojo.
–En
el tiempo en los que la municipalidad
reubico a los ambulantes hacia amazonas a nosotros nos tocó buscar un lugar por
nuestros propios medios y alquilamos este espacio que antes era una cochera,
las alquilamos al Arzobispado de Santo
Toribio para establecernos y ahora ellos creo que quieren construir un
centro comercial o departamentos para alquilar y nos quieren fuera de aquí-Manifiesto,
para continuar con tono apenado.
–Hace tiempo cuando Andrade (Alberto Andrade)
era alcalde el Centro Cultural El Averno
presento un proyecto en el cual se visionaba la creación del “Quilca Boulevard de La Diversidad Cultural”
que contaría con talleres, galerías y por supuesto la Feria de Libros, pero que
todo se olvidó tras la culminación de su mandato, desde ese tiempo nadie nos
apoya y ahora que ya nos ganamos un nombre nos quieren reubicar al jirón Ica,
sabemos que este lugar no es nuestro pero al menos lucharemos pues va a ser
difícil empezar nuevamente en otro lugar-
Dicho esto, la simpática señora de nombre Margarita
Baylon, que resulto ser prima hermana del desparecido futbolista Sandro
Baylon, culmino señalando que ya se asesoran con un abogado y que la
directiva tendrá una última reunión con el arzobispado el 28 de Enero del 2014 tras
lo cual se sabrá el desenlace de esta historia.
Faltaba conseguir la versión de algún miembro de
la directiva así que, por consejo de la señora Baylon, recurrí a Pedro Ponce Montoya para confirmar
esta situación. Él recordó la manera que se vivía en los años en los que se
inició Quilca–Las esquinas eran lugares
donde se hallaban a los petizos, pirañitas y por las noches a las prostitutas
además de los vendedores de drogas- dijo –ahora aunque parezca que la cosa siga igual ha cambiado-
manifestó.
-Esta era
una cochera y poco a poco la fuimos acondicionando para nuestra labor ahora
gracias a la feria la cosa ha cambiado y esta se ha convertido en el eje para
todos los negocios de los alrededores-con
esas palabras continuo melancólico hablando de los esfuerzos que hicieron para
establecerse ahí. En seguida resalto los esfuerzos que realizan los dueños de los
stands, que conforman Quilca, pues invierten buen capital económico al adquirir
al contado los textos que ahí se venden, esto luego que las mismas
distribuidoras, sin la intervención de mediadores, llevan algunos ejemplares,
eso demuestra lo influyente de esta Feria, que además ofrece precios sin igual
en el mercado esto debido al margen especial que le ofrecen las editoras y que
benefician en mucho a los lectores que ven un punto accesible y flexible, en
términos monetarios, a este lugar.
Ya llegando al final de la conversación una
interrogante que se instalaba en la mente del señor Ponce, mientras se tocaba el tema de los propietarios del terreno,
se dejó escuchar -¿Nos
preguntamos que la iglesia una institución sin fines de lucro, que no paga
ningún impuesto, es más ni paga los impuestos judiciales, porque esta tan
afanosa en recuperar este lugar y construir una cochera y galerías o, algunos
dicen, un centro comercial?- Tema por demás
escabroso pues señalo el contexto que se vive en la sociedad eclesiástica.
-El nuevo
Papa ha remecido los cimientos de la curia tan solo con algunos anuncios así
que imagínense que pasaría si se llegan a realizar esos cambios. Parece que el Opus Day estaría tramando algo, y como sabemos nuestro arzobispo Cipriani es
parte de ellos-
Dejando esa descabellada pero validera
posibilidad se despidió, el directivo, recalcando que este centro de comercio
de libros nuevos, de segunda mano, especiales, de edición limitada, lugar
especial en donde se lanzaron libros como “El
Sueños del Celta”, del premio Novel Mario Vargas Llosa, corre peligro de
ser desplazado de su ubicación actual para poner en lugar de la cultura que nos
brindan los libros, la mercantilización del ser humanos y sus intereses
económicos.
Quizá estas 6 cuadras que eran en un inicio
hogar de hampones, fumones y meretrices, hoy en día mejorado gracias a la “Asociación Boulevard de la Cultura Quilca”
lugar particular que ofrece cultura contenida en textos pero que por alguna
razón extraña corre riesgo de cerrar y dejar esta emblemática calle, todo eso,
porque la iglesia tiene otros planes más rentables para este espacio del centro
de Lima, pueda reubicarse fácilmente en otro punto de esta metrópoli pero no
neguemos que con ello eliminaran parte de la historia de nuestra ciudad, una
escrita por la lucha de los vendedores que llevando textos en sus manos tratan
de cambiar la cultura de nuestro país y valiéndose de las palabras muestran su
punto de vista por más que muchos descalifiquen sus posiciones.
Pensando en que quizá las visitas a Quilca no
serán lo mismo, si es que este desalojo se consuma, me retire, conjuntamente con
mis compañeros, rumbo a la avenida Tacna, en el camino la noticia de una
protesta en la plaza San Martín se mencionó, entonces recordé que Quilca muchas
veces es el punto donde se gestan protestas contra aquello y aquellos que
violentan y abusan de su poder, ¡Quilca
rebeldía necesaria!
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